CÁÑAMO: LA TELA DEL FUTURO

El cáñamo y la humanidad se han entrelazado desde el año 8.000 a.C. Sin embargo, a partir de la década de 1930, esta planta totalmente natural fue vilipendiada injustificadamente y considerada un cultivo ilegal en muchas partes del mundo. Pero, ¿por qué se consideró al cáñamo contrabando cuando no es una planta psicoactiva ni se usa como droga de ninguna manera?

Tenemos la respuesta.

Algunas empresas vieron al cáñamo como una amenaza significativa para su modelo de negocio. La empresa multinacional DuPont, por ejemplo, realizó grandes inversiones en el sector de la transformación industrial del nailon. Sabían que el cáñamo era una alternativa ecológica a su producto en términos de resistencia y durabilidad. De manera similar, a las empresas productoras de algodón en el sur de los Estados Unidos tampoco les agradaba el cáñamo como potencial rival de la fibra, y se unieron a DuPont en un feroz intento de lobby ante el Congreso estadounidense para ilegalizar el cáñamo. Con estrechos vínculos con la administración actual, el lobby logró sacar el cáñamo de la carrera hasta hace poco tiempo. Cualquier país que produjera cáñamo también estaría prohibido comercialmente en los EE. UU. De hecho, el único país que mantuvo intactas sus tradiciones de fibra de cáñamo fue China.

¿Pero el cáñamo era popular antes de eso?

La primera bandera estadounidense, y también la constitución de los Estados Unidos, estaban hechas de cáñamo. Se dice que casi el 80% de todo el papel en todo el mundo se basa en cáñamo. Cristóbal Colón finalmente descubriría América gracias a sus duraderas velas de barco de cáñamo. A lo largo de la historia, el cáñamo ha sido una parte muy importante de la vida cotidiana.

¿Por qué elegimos cáñamo sobre otras telas para crear Stardog?

En pocas palabras, el cáñamo es sin duda la tela de mejor calidad en la naturaleza. Es transpirable en verano y cálido en invierno; convirtiéndolo en un producto básico para todas las estaciones. El cáñamo es duradero, resistente y antibacteriano; lo cual es especialmente relevante con la pandemia actual de 2020. En Stardog, nos gusta pensar que el cáñamo es la antítesis del Fast Fashion. Nuestros productos están hechos para el ecosistema; sin necesidad de riego, pesticidas o fertilizantes. Por si fuera poco, puedes puedes economizar porque nuestra tela dura décadas, mientras que tu ropa se vuelve más suave con cada lavado.

El cáñamo es el tejido del futuro. En Stardog nos aseguramos que la trazabilidad sea tranparente para que cualquiera pueda verificar nuestro GOTS (Global Organic Textile Standard) que garantiza no solo un tejido AAA, sino también un producto ambientalmente responsable.

¿Eres parte del cambio?